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S.O.S

Bajas laa escaleras sin mucha energía, pero aún así haces el último exfuerzo; sólo quedan cuatro escalones, pero estás acostumbrada a pararte un poco antes del final, lo haces para tomar fuerzas, sabes que de todos modos, te verás abajo, te vendrás abajo; es cuestión de segundos... Pero dás un paso más y te detienes... Sientes un ruído, alguien anda por ahí; el típico vaso de leche a las dos de la madrugada.
 O eso te gustaría pensar, pero nadie tiene ganas de leche hoy. Piensas que te ayudarán, a bajar?, no, ya te advrtieron que eran muchas, pero tú entonces las bajabas en volandas y no quisiste escuchar. Ahora, ya nadie te escucha a tí, por más que grites, te has vuelto invisible. Ya nadie te oye, y ya nadie te ve.
Ya estás abajo y todo te dá vueltas; será quizás que la cena no te ha sentado bien, o será que la habitación donde te han confinado cuando empezaste a enfermar, no está bien ventilada. Que ironía... Antes decían que tu eras el aire.
 Pero te has pasado de la raya, siempre enseñas tus cartas antes de tiempo, no tienes paciencia, y así te va... No quieres que nadie sepa que te estás debilitando por momentos, no quieres entender que ya no existes, sigues empecinada en bajar un día y otro día, y al final siempre estás arriba. 
 Oyes ruídos en la cocina, murmullos, están hablando de tí, seguro. Ahora ya no tienes donde esconderte, será mejor que vuelvas a subir, que te vuelvas a encerrar en tu cuarto, mañana será otro día... Pero esta noche piensas que tienes algo que decir, como si alguien fuera a oirte, a pesar de que lleves ya un año sin abrir la boca.
Mira que poco valor tienes... Porqué no coges y simplemente te vas, claro, ya lo has pensado, pero dime, dónde irás?, todos los trenes han pasado, los dejaste ir, porqué te quedaste mirando los estantes del puesto de souvenirs de la estación. Cruzaban por delante de tí todo el rato, y tu estabas tan entretenida con tonterías...
 Y ahora tienes que sentarte a esperar. No pierdas el tiempo en hablar ahora, que nadie te cree ya. Sólo eres un dibujo animado desdibujado, apenas la sombra de lo que fuiste. De verdad crees que alguien se creerá tus patrañas, no.. Se reirán y como no dejes de estorbar y sigas cruzada por el medio, simplemente desaparecerás, y nadie te echará de menos. Hace tiempo que nadie te ve.
 Él, seguro que duerme, porqué nada le quita el sueño, está esperando que te recuperes, que la comida deje de sentarte tan mal, está esperando que desaparezcan las ojeras, pero tú cada día tienes más, a cada momento palideces, y te vuelves más y más invisible...
 Ya viste las cara que puso, cuando le dijiste que querían acabar contigo; ese es tu heroe de cartón, no le culpes, no dá más de sí.  No ves que él es un dibujo animado también, pero es el que se lleva los cacharrazos y siempre se recupera ileso, aquel dibujito que bota y rebota, una y otra vez.
 Si te hubieras quedado callada, y hubieras aprendido también a rebotar, no estarías como estás. Y ahora que?, no mires más por la ventana, que todos los trenes han pasado ya, tu los dejaste ir, mientras te probabas ropa y comías caviar. Ahora la fiesta terminó, has dejado de brillar. La carroza se ha convertido en calabaza, el momento pasó, y tú todas las noches, que quieres bajar...

  Si es que ya no puedes ni entrar en la cocina, ves, te dije que hoy tampoco ibas a poder. Sabes que te están vigilando, te preguntas donde están, el ruído ha parado, pero no los has visto aún... No te quieres acercar, tienes miedo, serás babosa! mucha labia, pero a la hora de la verdad, te escondes; siempre te has creído la mujer alacrán. Que patética!, tanto que ibas a decir, te diré lo que harás.... Volverás a subir y mañana volverás a desayunar, y pasado a lo mejor ya no puedes bajar esas escaleras, total...

Tu sigue ahí, esperando que ese par de sanguijuelas acaben contigo, cuando ocurra, nadie te echará de menos. No es la película del genio del suspense, no habrá final feliz para tí. No pueden verte, y no van a sacarte de ahí, tendrás tu misma que abrir esa puerta y salir. No estarán toda la noche al acecho, ponte a salvo, escóndete en algún lugar, como haces siempre. Y después sal... Pero no lo harás.
 Mírate, te han visto ya, estás agazapada, pero se han mirado, han sonreído y te han visto, son los únicos que te ven. Y él que sigue durmiendo, igual que siempre, y tú que no duermes, pero tampoco estás depierta, dónde estás?, eso acércate, que te vean bien, a ver lo que dices, cuida tus palabras, que se trata de escapar... Se acercan ya.
 Tu tiempo se acaba, la etiqueta dice que estás caducada; ves con que aplomo caminan los dos hacia a ti, otra vez te entretuviste demasiado, otro tren que perdiste.

 Se acaba... Ahora, te llevan los dos, cogida del brazo; tendrás suerte si sales de hoy, subes los peldaños despacio, mejor dicho, casi te suben a empujones, y tú que te resistes a subir, respiras, tomas aire, te comprimes... Y ellos que te animan hacia arriba. Y tú, ahora te vas a poner a llorar bonita? dejas esas melindres para otro día, y concéntrate en la escalera, todavía falta mucho, apenas vas por la mitad...
 Tus zapatillas descalzas te hacen tropezar. La vieja arpía mira hacia arriba, pero te aprieta el brazo, es fuerte, la muy cabrona, que más dá un moratón más o menos, igual te vas a morir un día de estos... O estás muerta ya?
 Y el guardián del imperio, cuidado!, sabes que está armado, no te hagas la valiente ahora, mira hacia arriba y sube, levanta bien los pies... Primero el derecho, mientras impulsas tu pecho hacia adelante, despues el izquierdo, sube... Sigue con el cuerpo hacia adelante, otra vez la zapatilla, ves que ya les estás hartando con tu torpeza, vas aconseguir que te tiren escaleras abajo. Él te está rozando con su reloj, y ella te está pinchando la muñeca, igual sangras, y su sangre se mezcla con la tuya, al final. La vieja debe de afeitarse los pelos de los brazos y la piel te arde, ardes, y sangras... Vas a conseguir que te encierren en ese cuarto, y tiren la llave para siempre. Y si mañana no puedes bajar?   
El estómago te duele, ya lo sé, no seas quejica anda... Ya falta poco, igual te dejan dormir esta noche en el ala oeste, en ese cuarto tan oscuro; así como estás, ya no eres un peligro, sabes?, no creo que te maten hoy, no hay prisas, ya te morirás... Si es que no te has muerto ya.
  
Ya estás arriba, pasas al lado de su cuarto y quieres detenerte, pero ellos no dejan que lo oigas respirar; tu te quieres parar ante su puerta, pero son dos, y tu ya casi no eres una. Ves como te arrastran, no sea que él lo perciba, se despierte y se cruze por el pasillo... Tu déjate llevar, no ves lo sola que estás?, no, tu ya no ves nada, te vas a desmayar, te ha entrado la flojera. El pasillo es largo, pero llegarás, aguanta mujer, aguanta... Que mañana será otro día, un día más.

 Ya estás llegando, ahora no vayas a hablar, que llevas un año sin hacerlo, ahora deja que te acuesten, y duerme, duerme una noche más.
Mañana, tal vez puedas volver a bajar... O no.
                                                                FIN